A simple vista, muchos materiales parecer ser muy similares, pero de hecho, tienen una gran cantidad de diferencias. Por ejemplo, el acero al carbono suele encontrarse pintado o galvanizado, esto se debe a que necesita ser protegido contra la corrosión. Por el contrario, el acero inoxidable no necesita de ningún tipo de protección, ya que gracias a sus propiedades, es resistente y duradero, manteniendo una muy buena apariencia año tras año a pesar del duro trato que se pueda hacer del mismo. Además, durante el proceso de fabricación se cuida al detalle el material, potenciando la soldadura, conformado y acabado del mismo, para que satisfaga las necesidades correspondientes según el uso que se le quiera dar.
El acero se mantiene brillante como el primer día
En muchas ocasiones, estos materiales desempeñan la misma función, aunque sólo el acero inoxidable es el único capaz de resistir el paso del tiempo conservándose brillante y en tan buenas condiciones como el primer día. Pero, ¿Cómo es posible?
La autopasivación
Toco acero es una aleación del hierro. Con la aparición del cromo, éste se añadió al acero dando lugar a una nueva variedad, el acero inoxidable. Los átomos de cromo reaccionan con el oxígeno de la atmósfera para formar una capa fina e invisible que protege al acero inoxidable. De esta forma, si la superficie se daña, esta capa tiene la habilidad de regenerarse protegiendo el acero cada vez que esto se produzca, manteniéndolo inalterable y resistente a la corrosión. Este fenómeno es denominado autopasivación, que no puede existir sin cromo, por lo que cualquier capa protectora del acero al carbono tiende a dañarse, ya que el propio acero forma óxido por su reacción con el oxígeno, muchas veces dando lugar a consecuencias devastadoras. El acero inoxidable, en cambio, mantiene la dureza, el atractivo y la funcionalidad, y en la actualidad desempeña un papel clave en nuestra vida cotidiana, además de ser higiénico y sostenible.
Los aceros inoxidables contienen en muchas ocasiones elementos químicos como el níquel y el molibdeno para mejorar sus características, y son utilizados en requisitos específicos, como combatir contra el ataque de compuestos de cloro. Asimismo, es utilizado en gran cantidad de situaciones para la industria, el hogar (sobre todo en la cocina), puertas, construcción de edificios…etc., debido a su resistencia y belleza de por vida, teniendo en cuenta el futuro.